Add parallel Print Page Options

29 »¿Acaso me he alegrado por el
infortunio del que me aborrece,
o me regocijé cuando le alcanzó el mal?
30 Yo no he entregado mi boca al pecado
pidiendo su vida con imprecación.
31 ¿Acaso los hombres de mi morada
no decían:
“No se podrá hallar a alguien que no se haya saciado con su carne”?

Read full chapter